Tras varios años peleando en los tribunales por el reconocimiento de su rasgo más característico, Louboutin ha conseguido que la justicia europea le dé la razón.

A Louboutin se le ocurrió pintar las suelas de sus zapatos de rojo cuando se dio cuenta de que a sus diseños les faltaba un toque de originalidad. Pidió prestado a una de sus asistentes su pintauñas rojo (ya que la mujer se estaba haciendo la manicura) y comenzó a darle color a la suela de unos tacones.
A partir de entonces todos las suelas de sus zapatos fueron tintados de escarlata.

Al ver el éxito obtenido, Louboutin registró la suela roja en 2010. Pero entonces, la marca Van Haren (que no Van Halen) comenzó a vender zapatos con esta característica. El diseñador francés no dudó en denunciar a sus competidores ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que el 12 de junio reconoció por fin sus derechos de autor.

Aún así, el caso también pasará por el Tribunal de La Haya para interpretar la normativa dictada por la corte de Europa. Pero por el momento, y en lo que a zapatos se refiere, el monopolio del color rojo pertenece a Louboutin.